En el proceso de OEM de ropa deportiva, la elección de la tela es crucial, la tela incorrecta no solo afectará la calidad del producto, sino que también puede generar una mala respuesta del mercado e incluso dañar la reputación de la marca.
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1. Ignorar la transpirabilidad de los tejidos
Durante el ejercicio, el cuerpo produce mucho calor y sudor, por lo que la transpirabilidad es uno de los elementos fundamentales de los tejidos de la ropa deportiva. Si el tejido seleccionado tiene poca permeabilidad al aire, los deportistas se sentirán sofocados e incómodos durante el ejercicio, lo que afectará al rendimiento. Evite los tejidos que no sean transpirables. Los tejidos de poliéster y malla son transpirables y ayudan a mantener a los deportistas frescos y secos.
2. Ignorar la demanda elástica
Los distintos tipos de deportes tienen diferentes requisitos elásticos para la ropa, y pasar por alto este punto puede dar lugar a prendas deportivas que no sean adecuadas para un deporte en particular. Por ejemplo, los ejercicios de yoga o fitness requieren tejidos muy elásticos como elastano y licra, mientras que correr o andar en bicicleta pueden requerir tejidos que sean flexibles y ligeros. Por lo tanto, es fundamental comprender las necesidades específicas de los proyectos deportivos y elegir el tejido elástico adecuado según las características del deporte.
3. Piensa sólo en el precio, ignora la calidad
Muchas marcas, a la hora de elegir ropa deportiva OEM, para reducir costes, suelen optar por tejidos de menor precio. Sin embargo, los tejidos baratos suelen ser sinónimo de baja calidad y pueden presentar problemas como desgaste, resistencia al lavado y permeabilidad al aire. Aunque el coste de los tejidos de alta calidad es mayor, puede aportar una mayor satisfacción y fidelidad del usuario a la marca, lo que a largo plazo merece la pena.
4. Ignorar los requisitos de durabilidad y lavado.
La ropa deportiva debe soportar lavados frecuentes y un uso intenso, por lo que la durabilidad es crucial. Si el tejido seleccionado no es lo suficientemente resistente, pueden surgir problemas como decoloración, deformación o desgaste en poco tiempo. Los tejidos como el nailon y el poliéster son duraderos y adecuados para un uso prolongado. Además, elegir tejidos fáciles de cuidar y resistentes a las arrugas también puede reducir la carga de cuidado diario del usuario.